En el Perú podemos encontrar
bosques secos, en donde el algarrobo (Prosopis
pallida) es una de las principales especies de esta zona de vida y la más
apreciada por el poblador local debido a la gran cantidad de beneficios que
puede brindarle, tales como[1]:
- Fruto: para consumo del ganado, comercialización directa y productos de transformación
- Hojarasca: consumida por el ganado cuando no es época de fructificación
- Flores: para uso en la apicultura
- El árbol: previene la desertificación y sirve como refugio para la biodiversidad
El bosque seco abarca las
regiones de Piura, Tumbes, Lambayeque y el norte de La Libertad, pero también lo encontramos
en la zona sur del país, en los valles de Nazca.
El algarrobo es talado, muchas
veces de forma ilegal, por los productores de carbón que venden su producción a
acopiadores quienes lo trasladan a las principales ciudades del país donde goza
de gran demanda, dicen que por darle un buen sabor a las parrillas y demás
comidas a la brasa.
El algarrobo es un árbol muy sensible
y difícil de reforestar; en sus primeros días de vida sus raíces tienen que
llegar a la napa freática en busca del agua subterránea para que pueda sobrevivir ya que la especie
vive en lugares donde la precipitación es escasa, en otras palabras, lo primero
que debe desarrollar el pequeño algarrobito es su raíz antes que su tallos.
La mejor experiencia de
reforestar de esta especie ha sido aprovechando las precipitaciones que suceden
durante el Fenómeno El Niño. Las semillas previamente digeridas por las
cabras al comer el fruto del algarrobo (tratamiento pre germinativo) y diseminadas
en el bosque, germinan con las lluvias. Además, las reservas de agua en el subsuelo
se recargan favoreciendo la sobrevivencia de la especie; no obstante, posteriormente
hay que procurar que los animales silvestres y las mismas cabras no coman las
plantas juveniles especialmente en épocas de sequía y falta de pasto.
En estos últimos meses se habla
mucho del calentamiento de las aguas del mar, efecto que ha causado que este
año el otoño e invierno, por lo menos en Lima, no sea tan frío como normalmente
lo es.
El gobierno por intermedio del Ministerio
de Agricultura y Riego está liderando las actividades preventivas ante un posible Niño
de magnitud fuerte, tal como sucedió en 1982 y 1997, aunque alguna prensa lo
está tildando incluso de Niño Godzilla[2].
Pero todo esto es aún una incertidumbre, claro, porque cuando se trata del
clima solo se puede predecir con cierta precisión hasta dos días antes. En una
entrevista en Radio Programas del Perú, se señaló que en los países con mejor
tecnología podían predecirse las condiciones del clima hasta con 15 días de
anticipación, no más.
Ante este inminente Niño de magnitud
incierta, qué se hace por recuperar los bosque secos, es cierto que es urgente limpiar
los cauces de los ríos quitando toda la basura que la gente arroja y sobre todo
reducir la vulnerabilidad de aquellas familias asentadas en sus cauces, pero
los sucesos extremos de erosión y huaycos suceden también por el avance de la
deforestación, por la eliminación del colchón vegetal que regula la escorrentía
de las aguas.
En consecuencia, tenemos al bosque
seco que cada vez está siendo presionado por el crecimiento de la población y
el avance de una agricultura irresponsables que talan grandes extensiones de bosque para
cambiar el uso del suelo. Se avecina el Fenómeno El Niño que golpeará fuertemente
a la población de la zona norte del Perú, pero puede favorecer la recuperación
del bosque; sin embargo, no se percibe que se esté preparando alguna estrategia
para aprovechar esta oportunidad.
Foto: archivo personal |
Finalmente, si quieren
hacer sus parrillas y les ofrecen carbón de algarrobo les recomiendo que no lo compren, busquen otras alternativas. Pero si queremos disminuir nuestra huella de
carbono, aportaríamos más dejando de usar carbón de forma general. Que quede a criterio
de cada uno.
[2] http://www.publimetro.cl/nota/cronica/nino-godzilla-atacara-el-domingo-anuncian-lluvias-para-santiago/xIQoic!fNmxsSLt1QLc/
Definitivamente otra perspectiva ante un hecho para muchos entendidos inminente;todos hablan de mitigar daños y nadie del impacto positivo que podría tener el fenómeno en cuestión.
ResponderEliminarAsí es mi estimado Juan, el Niño puede traer impactos positivos que deberíamos aprovechar para recuperar el bosque seco y evitar que la desertificación siga avanzando en el norte del país.
ResponderEliminar