domingo, 26 de agosto de 2018

PROTEJAMOS LA REGENERACIÓN DEL ALGARROBO


Santa María del Norte es un caserío ubicado en un bosque seco, en el distrito de Olmos, provincia de Lambayeque, en la región del mismo nombre. En este lugar, como en otros caseríos norteños, están disminuyendo los árboles de algarrobo (Prosopis pallida). La crianza extensiva de cabras es una de las razones para que suceda, otra razón es el desinterés de los pobladores del lugar quienes esperan que el algarrobo crezca solo, al ser una especie autóctona, alegando que siempre ha sucedido de esa manera.

Pero qué tan difícil es que un algarrobo logre sobrevivir en cualquier caserío del norte del país.
-Es muy difícil- primero porque como indiqué líneas arriba, existe desinterés de la propia comunidad, no encuentran sentido en cuidar de un algarrobo.

Bueno, quiero aprovechar para contar la aventura que tuve con el manejo de la regeneración de algunos individuos de dicha especie. Todo empezó el 25 de febrero de 2017, cuando iniciaron las lluvias por la zona norte del país con motivo del fenómeno de El Niño; cuando germinaron algunas semillas de algarrobo, emergieron pequeños plantones cerca a los corrales del ganado caprino, quise probar la experiencia de tomar esos arbolitos de 5 cm y los llevé a un terreno donde los cuidaría y donde se inició la aventura que aquí les cuento.


En este tipo de bosque no he conocido de experiencias sobre traslado de plantones de un lugar a otro, menos con este tipo de especies. Trasladamos la regeneración que germinaba en gran cantidad en los corrales de los caprinos a otros lugares donde la población de árboles es muy baja. La primera satisfacción después de realizar dicho trabajo fue observar la sobrevivencia de esos plantones en el lugar donde fueron trasplantados.


La segunda aventura era ver si llegaban a convertirse en juveniles o si por lo menos llegaban a 150 cm de altura. Con dicho propósito, era necesario cubrir a los plantones para que, en la época donde no haya pasto, las cabras no se coman a los pequeños algarrobos.

El primer intento de protección fue rodear con leña de las podas de árboles a los pequeños algarrobos (ver las dos fotos a continuación). Se planeó hacer esto porque en época de sequía cuando todo el pasto está seco en el bosque, salvo los árboles y arbustos, los cabritos al descubrir las hojas verdes y tiernas del algarrobo buscarán cualquier forma para obtener este exquisito manjar.

Ante dicho riesgo, el tramado de palos atravesados tiene que ser complejo a fin de evitar que los cabritos puedan meter su cabeza y llegar hasta el plantón, mientras este no haya alcanzado una altura aproximada de 150 cm.

Otra alternativa que quedó en buena intención fue usar malla rashell con 50% de sombra. Como podrán ver en la foto siguiente todo quedó en intención, los cabritos le hicieron unos agujeros por donde llegaron al pequeño algarrobo. Debo aclarar que este plantón aun sigue vivo pero maltrecho.


Con esto quiero señalar que aunque sea algo complicado el manejo de la regeneración de algarrobos, es una labor que los comuneros deberían realizar ya que los árboles le proporcionan sombra al ganado, frutos con alto contenido nutricional para el ganado o consumo propio, humedad para el suelo, entre otros tantos beneficios ambientales.

Debe tenerse en cuenta que las lluvias se están dando en buena cantidad en estos últimos años por efecto del cambio climático, lo que se convierte en una oportunidad para la sobrevivencia de estos árboles y mas aun sabiendo que en el 2019 ya se está pronosticando un posible fenómeno El Niño.

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